MUNDO DEL TRABAJO

Trabajaba más de lo que me tocaba' Miguel está en Bogotá librando una batalla contra su obsesión al trabajo y recuperando su familia. Por:   Redacción EL TIEMPO 10:21 a.m. | 21 de octubre de 2014 INICIO DEL ESPECIAL Miguel supo desde niño lo que era trabajar. Sus padres lo ponían a colaborar en las labores del hotel de la familia. Atendía a los clientes, los ayudaba a acomodar. “Aprendí a ser atento y servicial”. Se acostumbró tanto al trabajo que cuando se fue a cursar su carrera de Administración de Empresas en Bucaramanga, sin necesitarlo, alternó sus estudios trabajando en un almacén de cadena. “Me gustaba tener mi propia plata y estar ocupado. Así duré tres años. No tuve mucha vida social. Tenía un pequeño grupo de amigos con los que muy pocas veces iba a hacer deporte”. Ya graduado retornó a Pamplona, allí asumió la dirección de una obra de la familia, un nuevo hotel. “Mi tarea era estar pendiente de todo: obreros, materiales, facturas, todo”. Mien

¿Pagar un pasaje de TransMilenio o desayunar tres días? Caso hipotético: un habitante de Bogotá que se gana el salario mínimo usa Transmilenio dos veces al día para ir de su casa al trabajo y de vuelta. Tiene $77.700 del auxilio de transporte para cubrir este rubro. A ese trabajador sólo le alcanzaría el auxilio para movilizarse 19 días y al siguiente podría ir al trabajo en bus, pero tendría que regresar a pie. En general, un empleado que gana el salario mínimo ($689.454) trabaja 25 días al mes. Los pasajes restantes que no cubre el auxilio equivalen a $22.280, que tendría que sacar de su bolsillo. Para ir a trabajar el resto del mes, tendría que restar esa suma del monto que destina al mercado, la educación o la diversión de su familia. El auxilio de transporte fue decretado en 1959 con el fin de que un empleado de ingresos bajos (menos de dos salarios mínimos) no tuviera que poner en riesgo su ingreso vital (el mínimo) para ir al trabajo. Ese objetivo está lejos de ser